viernes, 28 de mayo de 2010


Asegúrate siempre de cerrar las puertas y las ventanas.

La boca cuando debas callar.

Los ojos cada vez que sea necesario.

La llave que gotea.

Cierra el corchete que guarda un suspiro.

El cofre olvidado en el closet.

El grafe que sujeta el collar de estrellas que descansa en esta noche.

Pero nunca cierres tu corazón que un día abriste al comenzar el día.

viernes, 21 de mayo de 2010


El chico de mis sueños y mis pesadillas estaba tatuado.

No podía entender qué nos mantenía unidos,

porque a pesar de que mis labios no habían tocado los suyos,

sabía a qué sabían sus besos.

Conocía su aliento,

el camino exacto por donde entrar dentro de él.

Sabía de sus miedos, de esos deseos que tantas veces mojaron mi piel.

De sus manos que olían a tabaco y recorrían mi cuerpo sin cansarse.

Entendía el lenguaje que había ideado para nuestros encuentros.

Sus ojos fueron luz en la penumbra,

vida en esta vida de muertos que caminan jugando a estar vivos.

Su voz, esa voz que marcaba el sendero ya antes recorrido.

Sus palabras ampliaban el significado y el significante de lo mítico,

de lo irreverente, de lo humano.

Así, luego, sentía que se metía en mi sangre para su recorrido habitual.

Sus deseos se encontraban en mis venas,

allí habitaban desde hace tiempo.

Y así, cada día iniciábamos el camino como la primera vez.

Buscando encontrar nuevos motivos para continuar:

él conociendo mi cuerpo, yo conociendo el suyo,

y sintiéndonos hasta donde los gritos se convierten en silencio.

El chico de mis sueños tenía una mariposa tatuada en su brazo izquierdo.

Nunca le pregunté por qué se la había tatuado.

Nunca le dije que desde niña todos me llaman Mariposa y que era zurda.

Nunca le dije que su nombre estaba tatuado en mi corazón.

O creo que se lo dije.

viernes, 14 de mayo de 2010


El ataúd roto permanece sobre el césped.

El silencio es interminable.

jueves, 6 de mayo de 2010



A estas alturas ya me habré convertido en máquina

Y aunque respire no sueño

Aunque piense no siento

Aunque sufra no lloro

Aunque cante no espero

Aunque camine no llego a ningún lado

Aunque tengo ojos no miro

Aunque tenga boca no hablo

Y aunque tengo brazos no puedo abrazarte.